jueves, 3 de febrero de 2011

El Nudo Mágico: 3 + 1

Dice un cuento zen: 

Después de ganar varios concursos de arquería, el joven y jactancioso campeón retó a un maestro Zen que era reconocido por su destreza como arquero. El joven demostró una notable técnica cuando le dio al ojo de un lejano toro en el primer intento, y luego partió esa flecha con el segundo tiro. “Ahí está”, le dijo al viejo, “A ver si puedes igualar eso!”. Inmutable, el maestro no desenfundo su arco, pero invitó al joven arquero a que lo siguiera hacia la montaña. Curioso sobre las intenciones del viejo, el campeón lo siguió hacia lo alto de la montaña hasta que llegaron a un profundo abismo atravesado por un frágil y tembloroso tronco. Parado con calma en el medio del inestable y ciertamente peligroso puente, el viejo eligió como blanco un lejano árbol, desenfundó su arco, y disparó un tiro limpio y directo. “Ahora es tu turno”, dijo mientras se paraba graciosamente en tierra firme. Contemplando con terror el abismo aparentemente sin fondo, el joven no pudo obligarse a subir al tronco, y menos a hacer el tiro. “Tienes mucha habilidad con el arco”, dijo el maestro, “pero mientras no domines tu mente, serás esclavo de ella”.

Me gusta la imagen serena del arquero  parado sobre el precipicio, con la mente centrada en el blanco y disparando la flecha, todo él siendo una  Unidad.
Acción,  emoción y pensamiento convergiendo en un instante. Y Quien las hace converger:  3 + UNO. 

Pensamiento, sentimiento, acción. Los tres planos que arman  la realidad: simbólico, imaginario y real. Y Quien la arma.
Una tríada a la que, para  que sea  eficaz y arme realidad sostenible en el tiempo,   hay que anudar de una manera particular. Y esa manera particular tenemos que aprender a construirla porque…. generalmente no nos viene dada de fábrica.  
A veces nos manejan los sentimientos, a veces las acciones, siempre los pensamientos.
De fábrica a lo sumo automáticamente  anudamos de a dos:
Alguien  actúa guiado por sus emociones,  y…. sin usar la cabeza: Acción-emoción, el pensamiento queda aparte.
Alguien  actúa racionalmente y es eficaz,  y… no da cabida a algún sentimiento: Pensamiento-acción, la emoción queda aparte.
Alguien  se queda rumiando sus pensamientos y se conforma con lo que imagina, pero nunca pasa a la acción:  Pensamiento- imaginación, la acción queda aparte.
En cada uno de esos casos, el tercer termino está pero desenganchado o anudado de modo no eficaz.

¿Cuándo se que anudé eficazmente los 3 términos, (lo que dije, lo que es y lo que parece, o sea lo simbólico, lo real y lo imaginario)?
 Cuando produje una consistencia entre ellos: Cuando lo que hice es lo que dije que haría y además … parece lo que es.

Suena a obviedad o a verdad de Perogrullo, pero…. Si miramos un poco alrededor,  mas allá de los políticos  en este año taaaaan electoral,   los índices del INDEC o el famoso “te llamo” al final de una cita amorosa,  fácilmente veremos que hoy, esta obviedad es una rareza de las mas difíciles de encontrar.

miércoles, 26 de enero de 2011

La emoción virtual


Junto con la infinita y espectacular cantidad de beneficios que proporciona Internet y la posibilidad de conexión permanente, empieza a haber algunas consecuencias indeseadas a nivel de la calidad de la comunicación humana. Algo así como los famosos “daños colaterales”, que hacen que la comunicación se enrarezca, se estanque o simplemente deje de existir. La enorme cantidad de malos entendidos, que aparecen por una coma mal puesta, una frase ambigua o que literalmente dice algo distinto de que lo que hubiéramos querido decir.


El excelente libro  “Sin Cortinas” de Gastón Silberman y Vivian Loew,  describe a la perfección los efectos de la hiperconexión , donde parece más natural  estar  todo el tiempo detrás de una pantalla que compartir un café durante media hora.

Una situación particular de la hiperconexión es intentar comunicar por mail o discutir por chat alguna cuestión emocional no especialmente amorosa, algo  que molestó, ofendió o enojó.  En estas ocasiones solemos apelar a lo virtual con la excusa de  no tener tiempo para un encuentro,  o por creer que si lo pensamos bien  podremos encontrar las palabras justas, o para evitar exponernos  o simplemente porque estamos tan dolidos o enojados que no soportamos encontrarnos cara a cara con el otro y decir lo que queremos decir…

Y  creemos que la pantalla es eso: una buena pantalla.

 Así, muchas veces entramos en un terreno resbaladizo que generalmente termina en un porrazo relacional que después cuesta remontar y/o deja variados moretones en la relación.

La conexión virtual muestra como nunca algo que no es obvio: que  la realidad existe  en primer lugar en nuestra cabeza.  Cuando alguien habla,  quien escucha…  lo hace desde lo que ya hay  previamente en su  pensamiento. Desde sus propios juicios.

Y entonces hay tantas realidades como cabezas interpreten lo que ocurre.  Es así que,  el mismo mensaje emitido,   recibido por alguien que tiene distinta música en su cabeza, muchas veces (demasiadas) se interpreta distinto de lo que el emisor intentaba decir desde su soneto. Y la respuesta  siempre es acorde a la propia música, no a la del otro.

 Si a eso agregamos que el único elemento para decodificar el mensaje es la letra escrita, ya que no hay gestos, tonos, miradas, sonrisas o silencios que contextualicen el texto,  fácilmente aparecen  malos entendidos que, al querer subsanarlos mediante mas mails, mas msn o mas twiteos, mas se complican. El conocido “no aclares que oscurece”.

Cuando una simple mirada, un tono o un gesto  bastarían para desarmar el entuerto.          

Tal vez,  junto con la maravilla de la tecnologia, empieza a ser necesario rescatar e integrar a la vida de todos los dias, algunos de los  "valores antiguos".
Crecí escuchando a Serrat, los Beatles, Sabina y... tantos otros.  Y, así  como en la década del 70, Joan Manuel Serrat decía : Prefiero volar a correr, amar a querer, tomar a pedir, bailar a desfilar y disfrutar a medir… en esta grandiosa época de la hiperconectividad  y parafraseando al Nano,  me atrevo a decir  que hoy:

Prefiero….

Prefiero una gran emoción   a un emoticón
Una buena conversación a una “interacción”
Y el silencio al ruido
Prefiero una buena arruga al mejor fotoshop
Estar bien conmigo que tener un millón de amigos
Y una fuerte conexión emocional a estar siempre conectada
Prefiero la observación al entretenimiento
Una crítica despiadada a un comentario light
Y lo que permanece a lo momentáneo
Prefiero las personas a los usuarios
La sabiduría al  conocimiento
Y tu mirada….. al tweet mas ingenioso.

lunes, 15 de noviembre de 2010

El GPS interno

Maravilloso invento el GPS. El Global Positioning System (GPS) o Sistema de Posicionamiento Global es,  según Wikipedia,  un sistema global de navegación por satélite (GNSS) que permite determinar en todo el mundo la posición  en el espacio, de un objeto, una persona, un vehículo o una nave, con una precisión hasta de centímetros en el caso del GPS diferencial, aunque lo habitual son unos pocos metros.

O sea, nos da las coordenadas exactas de donde estamos y  los caminos por donde ir adonde queremos llegar.  Funciona por triangulación.

¿Qué ocurriría si se inventara un GPS que funcionara igual respecto de nuestro espacio interno?. Un GPS que nos indicara exactamente  por donde andan nuestras ideas y acciones,  si nos acercan o nos alejan de nuestro objetivo,  donde estamos y los caminos que podemos tomar para llegar a destino, independientemente del proyecto que estemos realizando? Un GPS que nos permitiera conservar el foco sin perdernos ni distraernos en medio de tanto ruido mental y tanto estímulo externo.

Un GPS interno que nos permita en todo momento saber en donde estamos parados, a que distancia de nuestro objetivo y si la dirección es correcta, ya sea referido a un proyecto particular o a nuestra vida en general?

La buena noticia es que ese GPS ya existe: es un dispositivo conceptual que, usando determinadas coordenadas nos da  la información precisa de lo que ocurre en nuestra cabeza, como funciona, cuando estamos desviados respecto del resultado que queremos, qué  cosas nos desvían,  como modificamos el rumbo, que atajos podemos tomar, etc.

El GPS interno también funciona por triangulación,  alineando  y cruzando tres parámetros: pensamiento, emoción y acción.      

Armar y hacer funcionar el dispositivo lleva un proceso con pasos definidos y un poco de tiempo.  Pero una vez armado funciona para siempre, no requiere baterías  ni mantenimiento. La fuente de alimentación es  ecológica, no genera gases tóxicos ni aumenta nuestra huella de carbono. Y es totalmente orgánica: está instalada en nuestras orejas y se llama “escucha activa”.
GPS interno: Generador de Pensamiento Sustentable.


jueves, 16 de septiembre de 2010

ShowMatch o TEDx?,


La otra pata de la sustentabilidad

Desde distintos ámbitos dedicados a la ecología y al concepto de Sustentabilidad, se plantea siempre la pregunta  sobre qué mundo le vamos a dejar  a  nuestros hijos y en general a las próximas generaciones. Y creo que es una pregunta válida en la dirección de generar las acciones necesarias.
Los sucesivos desastres ecológicos (el desprendimiento de hielo en Groenlandia, los incendios en Rusia, las inundaciones en el sudeste asiático etc.) abonan esta pregunta.

A nivel local, hace dos años la presidente CFK vetó la ley de Glaciares (decreto Nº 1837/2008) que había sido aprobada casi por unanimidad en ambas cámaras. A pesar de los esfuerzos actuales de algunos diputados, la ley sigue sin salir.
Algunas semanas atrás el bloque del PRO no dio quórum para el tratamiento de la  misma ley.  Tanto una como otros se declaran “defensores del medio ambiente”, y  han creado sendos ministerios y secretarías de Protección Ambiental. Decir y hacer en veredas opuestas. 

Otros hechos  hacen pensar en la pregunta inversa: que hijos le estamos dejando al  planeta?
   
Hoy Show Match ocupa todas las pantallas, en todos los canales, todo el tiempo, y donde el único tema es hablar de otros. Y lo único que importa es la imágen. Cero ideas, cero contenido.

A principios del otoño hubo un evento importante en términos de desarrollo de ideas: el TEDx Buenos Aires que congregó a 20 expositores de las más diversas disciplinas. Y que en estos días cuenta con dos ediciones en Argentina: el TEDxBuenosAires y el TEDxRiodelaPlata mas las versiones locales. Gente de todo el mundo que se reúne para difundir ideas y fogonear el placer de pensar en la dirección de Hacer Futuro. Una gota de agua en medio de tanto desierto. 

Ante estos hechos actuales,  preguntarnos como será el mundo futuro parece una pregunta estéril. No sabemos como será el mundo futuro, así como hace 50 años era imposible imaginar que el mundo de hoy incluiría  Internet, los celulares  o las computadoras portátiles.  Sí sabemos que las acciones en la realidad de cualquier tiempo, dependen de las ideas y de los humanos que las sustentan, y estos pre-existen a las acciones.
También supimos antes y ahora, que el planeta NO necesita de los humanos para existir; ni siquiera de la vida como la conocemos. Los dinosaurios desaparecieron, el planeta no.
Y aunque los humanos desaparezcamos de la faz de la tierra, el planeta a lo sumo irá mutando y permitiendo diferentes modos de vida. O no. La continuidad del planeta no está en riesgo (al menos no por la acción humana), aunque lo llenemos de agujeros, lo contaminemos con cianuro, basura real o intelectual   y otras lindezas.
 Pero la inversa no es cierta: si o si, la continuidad de nuestra existencia como humanos depende directamente de la  existencia del planeta en determinadas condiciones.

Y ahí es donde  importa  la pregunta inversa:
¿Qué clase de humanos le estamos dejando al planeta? ¿Qué clase de líderes estamos formando? ¿con qué valores? ¿Con que ideología? ¿con qué forma de pensar?    Show Match o TEDx?

Cambiar el enfoque tal vez nos pone mucho mas cerca de cambiar la realidad futura, porque obliga a empezar ya,  atendiendo a qué clase de personas estamos generando desde la  política,  la economía,  las ciencias en general y fundamentalmente desde la educación y la formación ética de las acciones diarias. 

Pretender cuidar el planeta para las generaciones futuras sin considerar que clase de humanos estamos formando,  parecería garantizar mas de lo mismo.
Tal vez,   si sumamos ambos enfoques (que planeta queremos legar a las próximas generaciones   y que clase de  humanos  son necesarios para conservar el planeta en condiciones de habitabilidad),  podamos  pasar de la idea  unidireccional de “impacto” ambiental negativo,  a una realidad de cooperación sustentable entre dos clases de seres vivos: el planeta y nosotros.



viernes, 13 de agosto de 2010

Señora…. ¿Presidente o Presidenta?.


Publicado en Mujeres de Empresa en diciembre de 2007
Enlace para acceder a la nota completa:
ttp://www.mujeresdeempresa.com/sociedad/071201-presidente-o-presidenta.asp

  Es un hecho histórico. Por primera vez, en la Argentina una mujer llega a la Presidencia de la Nación  por votación directa.  Y junto con el punto de inflexión que este hecho marca , comienzan a hacerse evidentes algunas señales que muestran “eso” que tenemos tan arraigado y que empieza  muy saludablemente a no ser posible disimular. 

El Presidente saliente, en su amable discurso hacia los invitados,  se dirigió muy circunspectamente  a “los Presidentes de Latinoamérica”. Y cuando lo dijo, algo le sonó mal porque se quedó un poco cortado e hizo un silencio, como si sintiera que estaba excluyendo a alguien. Y tuvo necesidad de aclarar: Presidentes y Presidentas.

El gesto sonó simpático,  y  seguramente fue hecho desde la mejor intención. Aunque no era idiomáticamente necesario. 

 El  Presidente Kirchner tuvo necesidad de aclarar, de lo que es posible inferir que el Presidente sintió lo mismo que sentimos las mujeres cuando  habitualmente en un discurso (científico, religioso, político, o cualquiera) se usa el masculino plural para hablar de toda la humanidad poniendo en acto la ecuación  Hombre = hombre.

Ecuación  muy distinta a Humanidad = hombres + mujeres.

 Y ese gesto es una buena señal. ¿de que?  De que se empieza a percibir socialmente  eso tan sutil  que por ser habitual se siente como natural…..  y no es natural.    

 Un gesto mínimo que a la vez resume algo tan enorme como varios miles de  años de historia: los espacios de poder han sido históricamente masculinos,  y esto está internalizado al extremo que aún cuando el idioma nos permite utilizar un término que  representa poder e incluye a los dos sexos,  tal como es el término presidente,  tenemos necesidad de aclarar, e inventamos un neologismo ahí donde no es idiomáticamente necesario.

Y digo tenemos, porque esa necesidad no  es exclusiva del Presidente Kirchner. Todos los medios hablan de Presidenta, y no creo que sea por falta de información gramatical. Y no está bien ni mal, solo muestra algo: Cuando se tiene tanta necesidad de  inventar un término que no sería necesario, tal vez es porque se está hablando de otra cosa.

 ¿Por qué no alcanza con decir  “La Presidente”?

 La respuesta  no es obvia: hay una ecuación que mediante este recurso se intenta desarmar:  Presidente = hombre.

 Desde esa ecuación imaginaria, no se puede ser presidente si se es mujer.   Entonces, si se es mujer y presidente debe haber algo que marque la diferencia. Aunque la lengua  y la Constitución autoricen  a hablar de Presidente en ambos casos.

Y esto es lo que señala el neologismo: un recurso del imaginario social…que a la vez que soluciona…..se hace trampa. Se hace trampa ahí donde parece encontrar solución.

 Al inventar el término “Presidenta”, cede en las palabras  y convalida que  “Presidente”  solo puede ser un hombre.

Y,  ceder en las palabras,  es ceder en el terreno mas Sutil, y por lo tanto  en el terreno mas poderoso.  Y  eso, siempre es  antesala de ceder en los hechos. 

Elina Duprat

sábado, 7 de agosto de 2010

Tecnologías ocultas: El pensamiento Crítico*

Virginia APGAR y el Punto Arquimédico.


Cuenta la leyenda que Arquímedes, orgulloso por su descubrimiento de la palanca, exclamó: ¡dadme un punto de apoyo y moveré el mundo!
La idea, en realidad, es que una tarea aparentemente imposible puede lograrse, incluso con poco esfuerzo, si se da con el punto de ataque apropiado, el punto arquimédico en el que apoyar nuestra palanca.

Puede que para un problema concreto no exista tal punto, o puede que sea muy difícil de encontrar. Pero ha habido muchas ocasiones en las que una pequeña fuerza ha conseguido mover el mundo. Un ejemplo es el que voy  a contar aquí.

Cuando nace un bebé en cualquier hospital del mundo, una enfermera examina inmediatamente cinco cosas: Apariencia, Pulso, Gesticulación, Actividad y Respiración. Da una puntuación máxima de dos puntos por cada una y obtiene un número del uno al diez: el APGAR. Si usted tiene hijos pequeños, seguro que le suena esta palabra, y a lo mejor hasta recuerda la “nota” que sacaron al nacer.

Pocos saben, sin embargo, que APGAR no es en realidad un acrónimo, sino el apellido de la inventora de este sencillo baremo. Su historia encierra varias moralejas interesantes y  para apreciarlas, tenemos que remontarnos a mucho tiempo atrás.

A principios de los años 50 la mortalidad materna había descendido enormemente, pero no podía decirse lo mismo de la infantil. En los EE.UU., uno de cada 30 bebés a término moría durante el parto. El dato apenas había mejorado en un siglo.

Y aquí entra en escena nuestra protagonista. Virginia Apgar había nacido en 1909, y se graduó en medicina en 1933. Fue una de las primeras mujeres que se especializó en cirugía en los EE.UU. Pero ser pionera tiene sus inconvenientes. Cuando acabó su residencia, su jefe, catedrático de cirugía de la Universidad de Columbia, le sugirió que se dedicara a otra cosa: por muy buena cirujana que fuera, a una mujer le iba a resultar muy difícil encontrar pacientes.

Apgar no era el tipo de persona que se desanima con facilidad. Aceptó el consejo y se hizo anestesióloga. Unos años más tarde, había conseguido que lo que era entonces una especialidad de segunda tuviera departamento propio en Columbia (dirigido por ella).

A lo largo de su carrera anestesió a más de 20.000 pacientes. Le gustaban especialmente los partos. Pero allí descubrió algo que la horrorizó. Según cuenta Atul Gawande:

Los bebés que tenían malformaciones, eran demasiado pequeños o que simplemente estaban azules y no respiraban demasiado bien se registraban en la lista de mortinatos, se dejaban allí donde no se les viera y se les dejaba morir. Se consideraba que estaban demasiado enfermos para sobrevivir. Apgar no lo consideraba así, pero no tenía autoridad para desafiar las convenciones establecidas. No era obstetra, y era una mujer en un mundo de hombres.

Fiel a su estilo, hizo algo mucho más eficaz que indignarse y culpar al establishment. Consiguió dar vuelta el sistema por una vía indirecta. Apgar inventó una escala que medía el estado de salud del recién nacido: dos puntos si estaba completamente sonrosado, otros dos puntos por llorar, dos por respirar de forma profunda y vigorosa, dos por mover los cuatro miembros y dos si el ritmo cardiaco superaba las cien pulsaciones por minuto.

Cuando se publicó esta escala tuvo un efecto revolucionario. Su sencillez hizo que se adoptara con muy poca resistencia. Pero el hecho de “medir el Apgar” obligaba a observar meticulosa y sistemáticamente a cada bebé. La condición de los recién nacidos dejaba de ser algo intangible y subjetivo. Y enseguida esos números empezaron a recopilarse y compararse. Los médicos empezaron a competir por tener los mejores registros.

Apgar, además, estableció que su test debía realizarse dos veces: una al minuto del nacimiento, otra a los cinco minutos. Esto hizo evidente que bebés con un Apgar espantoso en el minuto uno podían reanimarse con medidas sencillas y sacar un buen Apgar en el minuto cinco. Pronto se intentaron medidas menos sencillas y surgieron las Unidades de Cuidados Intensivos neonatales.

También la rutina del parto ordinario cambió, introduciéndose los procedimientos que se demostraba que mejoraban el Apgar: anestesia epidural, ultrasonidos prenatales, monitorización del latido fetal… docenas de ajustes e innovaciones que se han incorporado a lo que hoy se llama a veces el “paquete obstétrico”.

La escala de Apgar es muy poco impresionante. Comparada con los antibióticos o las transfusiones, parece una trivialidad. Y sin embargo, fue lo que marcó la diferencia: lo que consiguió reducir la mortalidad infantil después de muchos años de esfuerzos, y sin necesidad de comités ministeriales, leyes de reforma o aumentos de presupuesto. Dio con una clave que movilizó el sistema en la buena dirección con un esfuerzo mínimo: un punto arquimédico.

El test de Apgar es un ejemplo de lo que Neil Postman llamaba tecnologías ocultas: procedimientos tan poco “materiales” y a menudo tan simples, que seguramente no los calificaríamos de tecnologías, pero que producen efectos muchas veces de más largo alcance que las tecnologías “obvias” (como, en este caso, los antibióticos o las transfusiones) y con mucho menos esfuerzo, al actuar en puntos críticos del sistema.

PSEUDÓPODO
Este post es parte del blog: Pseudópodo - http://pseudopodo.wordpress.com/

* El pensamiento crítico 

sábado, 10 de julio de 2010

Y había dinosaurios vivos nomas.....


Dos falsos argumentos que entrampan la discusión por la ampliación de la ley de matrimonio civil.




Mas allá de la intencionalidad política que siempre  conlleva el ejercicio del poder, la gran mayoría de los argumentos que se despliegan hoy en contra de la ampliación de la ley de matrimonio civil tienen como base dos cuestiones anacrónicas, que en cada discusión (usadas inocente o maliciosamente)  toman diferentes formas  y es desde donde, a mi entender, queda entrampada la discusión.

Y son las siguientes:

  1. La “naturalización” de leyes  e instituciones sociales construidas desde la cultura.  Atribuir a la naturaleza lo que pertenece a la cultura.
  2. La confusión de dos conceptos distintos,  haciéndolos idénticos: confundir madre/padre biológicos con función materna/paterna.


  1. La “naturalización” de leyes  e instituciones sociales.

“El matrimonio es una institución natural que por su propia índole se ordena al bien de los cónyuges y a la procreación de la especie. Si es una realidad natural, jamás ningún legislador puede cambiarla. (sic) La nacion 080710”   ,dice una de las opiniones que mas se repiten en estos dias.

Por definición no existe el derecho natural como corpus de  leyes distintas a los derechos humanos básicos.  El derecho en tanto conjunto de leyes escritas, es una invención del ser humano  para regular las conductas. El derecho ubica un tercero, la ley, que actúa como referente en la resolución de un conflicto.    

El matrimonio no es una institución “natural”. El matrimonio tal como lo conocemos es un contrato político- social- económico y corresponde a un momento histórico, la Modernidad,  donde las identidades masculinas y femeninas fueron de modo excluyente construidas en relación con una división sexual del trabajo proveniente de la separación entre la esfera de lo público (producción) y la esfera de lo privado (reproducción) y la asignación de los varones a la primera y las mujeres a la segunda.

Este modelo político-social-económico y el tipo de subjetividades que en el se han constituido, generó como  co-relato un modo de relación particular entre hombres y mujeres, cuyos trabajos diferenciados se complementaron para la subsistencia, organizados en torno a un modelo: la familia nuclear. Modelo que define los roles, las expectativas en relación a cada uno y las leyes del contrato.

 La familia nuclear tradicional, tal como la conocemos, fue la base de ese momento político llamado Modernidad, donde uno de sus mitos centrales es la ecuación
Mujer = Madre.

Es en el momento actual,  momento político que conocemos como Posmodernidad, cuando van creándose otros modelos de familia, tales como las familias ensambladas, las familias monoparentales,  las familias adoptivas, las familias homoparentales, etc.

Hoy  la división sexual del trabajo es ya casi  inexistente,  ya que tanto hombres como mujeres participamos del trabajo productivo, aunque todavía no en condiciones de igualdad, aunque las mujeres todavía somos “necesarias” para la reproducción biológica, ya que aún las técnicas de fertilización asistida necesitan de una mujer y no solo de un útero.   Y esto nos mete de lleno en el otro punto.

  1. La confusión de dos conceptos distintos,  haciéndolos idénticos: confundir madre/padre biológicos con función materna/paterna.

"Los niños necesitan crecer en un ámbito donde hayan un padre y una madre para que puedan desarrollar adecuadamente su identidad sexual. No necesitan sólo de afecto sino también de tener una imagen de madre y de padre claras. (La Nación 080710)


Ovular, menstruar, concebir y amamantar,  son funciones biológica y exclusivamente  femeninas y solo pueden ser ejercidas por seres humanos biológicamente hembras.
Engendrar es una función biológica exclusivamente masculina. Y solo puede ser ejercida por humanos biológicamente machos.

Hasta ahí lo estrictamente biológico.  Es imprescindible? Si. Aún con toda la tecnología disponible, sin la biología  todavía no es posible crear un ser humano.

A partir del nacimiento de la cría humana comienza  otro ejercicio imprescindible para su desarrollo psico-físico-emocional y social: el de los roles maternos y paternos,  roles que, al igual que el trabajo productivo que mencionaba antes,   pueden ser ejercidos por personas de cualquier sexo u orientación sexual.


Cuales son roles maternos y cuales son roles paternos?

Roles maternos: alimentar, cuidar del cuerpo, higienizar, acunar. Todas aquellas acciones dirigidas a  cuidar, conservar, estimular y desarrollar  la vida física.

Roles paternos: instalación de límites, introducción al lenguaje, transmisión de valores culturales,  y todas aquellas acciones que permitan y fomenten el crecimiento  tendientes a que el/la niño/a desarrolle su identidad y  su autonomía.  

Y es desde la conjunción de esos roles que es posible para el/la niño/a  el desarrollo de una vida afectiva plena. Roles que permiten desarrollar cuerpo-mente-espíritu, envueltos en ese pegamento integrador imprescindible: el afecto, el amor.

Tanto la existencia del afecto como el ejercicio de los roles es independiente del sexo o la orientación sexual de quien los ejerce. Así vemos hombres que, por distintas circunstancias de la vida,  alimentan, cuidan, cambian pañales, bañan  a sus hijos, acunan o sea… ejercen roles maternos.

Y vemos mujeres,  por ejemplo las que crían solas a sus hijos, que además de cuidarlos físicamente, los educan, les transmiten valores, y los introducen en la sociedad, o sea ejercen roles paternos.

La mayoría de las veces coincide que la madre biológica u otra mujer es quien ejerce el rol materno. Pero a  veces no.  E igual se cumple el rol.
Muchas  veces coincide que el padre biológico u otro hombre es quien ejerce el rol paterno. Pero muchas  veces no.  E igual se cumple el rol.

Es así como a lo largo de la historia existieron y existen  seres heterosexuales, homosexuales y/o transexuales criando niños. A esta altura nadie discute que alguien como la famosa transexual Mariela haya criado con éxito varios niños hoy ya adultos. Pongo ese ejemplo porque  esa persona las tenía todas en contra: transexual, indocumentada, pobre, sola y aún así ejerciendo perfectamente los  roles materno y paterno.  

Que en una pareja homosexual nominalmente no habría un papá y una mamá? Es cierto. Pero Juan y Raul, o Maria y  Gabriela,  o tantos otros,  pueden ejercer perfectamente esos roles.

Y, si no hubiera tantos intereses relacionados con el ejercicio del poder sobre otros, desnaturalizar el conflicto y diferenciar estas dos cuestiones (biología y roles), permitiría zanjar la mayoría de los puntos de discusión. 

La pretensión de algunos sectores de discutir hechos de la post-modernidad, usando los parámetros anacrónicos de la modernidad y la pre-modernidad,  hace pensar que el objetivo tal vez sea otro distinto del bien-estar de las personas: tal vez lo que se pretenda al negar la igualdad de derechos a la diversidad de sexualidades, es seguir ejerciendo  el poder como hace siglos se viene denunciando: a través de controlar los cuerpos y las sexualidades de las personas.
Pero, como dijo Charly, es inevitable: antes o después, los dinosaurios van a desaparecer….